lunes, 26 de diciembre de 2011

Sonrío aunque la vida me golpee, aunque no todos los amaneceres sean hermosos, aunque se me cierren las puertas. Sueño por que soñar no cuesta nada, por que quizas mi sueño pueda cumplirse, por que soñar me hace feliz. Lloro por que llorar alivia al corazón, porque mi angustia se reduce, porque con cada lágrima mejoro un poco. Amo por que amar es vivir, por que si amo quizás reciba amor, por que prefiero amar y sufrir que sufrir por no haber amado nunca.
Pero todo esto cuesta mucho y tener que confiar en alguien...Cuesta.