Gracias por aceptar mi amistad, porque...
La amistad no se conquista, no se impone.
La amistad se cultiva como una flor,
se abona con detalles de ternura y de lealtad,
se riega con las aguas del desinterés,
del cariño silencio y de lágrimas vertidas
de un sentimiento mutuo en tiempo de dolor.
Esa eres tú mi querida y noble amistad.
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