lunes, 11 de junio de 2012

En muchas ocasiones estamos asustados, asustados de lo que tal vez no podemos hacer; 
asustados de lo que pensará la gente. 
Permitimos que nuestros miedos se interpongan en nuestros sueños.
Decimos no cuando queremos decir sí. Murmuramos cuando queremos gritar. Después...
Después gritamos, a quien no teníamos que hacerlo: ¿por qué? 
Después de todo, cruzamos por esta vida una sola vez; no hay tiempo para tener miedo.
Así que intenta... intenta aquello que no has hecho, arriésgate, participa en el maratón, 
escribe aquella carta, enfréntate como ganador a las cosas cotidianas. 
El tiempo no regresa. 
No tienes nada que perder, y todo... ¡Todo que ganar!

No hay comentarios:

Publicar un comentario